LA GÉNESIS DE LA DEFINICIÓN DE MARÍA THEOTOKOS EN EL HORIZONTE DE NICEA

Resumen

Este artículo analiza el título Theotókos (Madre de Dios) a la luz de la teología cristológica, situándolo en el contexto del Concilio de Nicea (325 d.C.), convocado por Constantino. Aunque la formulación oficial del término se produjo únicamente en el Concilio de Éfeso (431 d.C.), sus raíces remontan a la tradición patrística anterior, especialmente a la escuela alejandrina. La investigación, de carácter bibliográfico, demuestra que Arrio, protagonista de la controversia nicena, no confrontó directamente el uso del título, existiendo indicios de que lo empleó de manera compatible con su cristología subordinacionista. Eusébio de Cesarea, simpatizante de ciertas tesis arrianas, también lo menciona de forma puntual, mientras que Nestorio, más de un siglo después, acusa a Arrio y Apolinario de un uso herético del término. Aunque el Concilio de Nicea no abordó explícitamente la mariología, el título Theotókos sintetiza el contenido cristológico allí afirmado: la plena divinidad del Hijo encarnado. En el período pre-niceno, el término tenía un carácter principalmente devocional y litúrgico; tras Nicea, adquirió densidad doctrinal, convirtiéndose en expresión del misterio de la economía salvífica. En la contemporaneidad, su relevancia se mantiene heurística para reflexiones teológico-pastorales, de modo que reconocer a María como Theotókos funciona como criterio de ortodoxia: afirmarlo implica profesar la unidad hipostática del Verbo encarnado y la plena divinidad de Cristo, mientras negarlo aproxima la cristología a modelos arrianos o nestorianos, comprometiendo la integridad de la persona de Cristo. Así, el estudio evidencia que el título no se limita a una expresión devocional, sino que constituye un núcleo articulador entre mariología, cristología y soteriología, reflejando su papel en la historia del pensamiento teológico cristiano.