O presidente da Federação Internacional das Universidades Católicas (Fiuc) e Reitor da Unicap , Padre Pedro Rubens, participou neste sábado de encontro com o Papa Francisco, no Vaticano, juntamente com os participantes do colóquio realizado de 1º a 4 de novembro, na Pontifícia Universidade Gregoriana, sobre Universidades, migrantes e refugiados. Como presidente da Fiuc, coube a Padre Pedro fazer um discurso para apresentar ao Pontífice sobre o que foi debatido durante o colóquio. Confira abaixo o discurso do Reitor, feito em espanhol:
A responsabilidade social das universidades: formar a geração Laudato Si’
Pedro Rubens, s.j.
Presidente da Federação Internacional das Universidades Católicas.
Reitor da Universidade Católica de Pernambuco
Muy Santo Padre:
Le agradecemos que haya recibido a los participantes en el Coloquio que acaba de ser organizado en la Pontificia Universidad Gregoriana sobre el tema: Universidades, migrantes, refugiados. Este coloquio, fruto de todo un año de preparación, ha sido organizado conjuntamente por: La Federación Internacional de Universidades Católica, que reúne a más de 220 universidades católicas de todo el mundo; La Fondation Being the Blessing; El Center for Interreligious Understanding.
Algunas universidades se han movilizado ya desde hace varios años en todo el mundo en favor de los migrantes y de los refugiados. Y entre estas universidades, algunas son universidades católicas miembros de nuestra Federación. Tomando conciencia de las acciones desarrolladas concretamente por estas universidades a lo largo y ancho del mundo y deseando asimismo responder a las interpelaciones de su Santidad sobre el papel de los cristianos para que se movilicen en torno a este reto mayor de nuestro mundo globalizado, la Federación de Universidades Católicas, junto con sus colaboradores, ha deseado organizar este coloquio sobre el papel de la comunidad universitaria.
El punto común de estas universidades reside en un cuestionamiento ético que su Santidad ha planteado en Laudato Si. Otros cuestionamentos nos mobilizan…
¿Cómo excluir a migrantes y refugiados de la enseñanza, del acceso al conocimiento, lo cual constituye un derecho? Y, por consiguiente, ¿de qué y de quién son hoy responsables nuestras universidades? ¿Cuál es el alcance de nuestras enseñanzas? ¿Somos responsables únicamente de los estudiantes que nos han sido confiados, en lo que atañe a su formación intelectual y su preparación profesional? ¿Debemos pensar en una responsabilidad ensanchada, que verse sobre el papel y la misión de la universidad en su entorno inmediato y local, y en un entorno más internacional, en vinculación con los retos planteados por un mundo globalizado? ¿Se puede enseñar en una universidad, en nuestras aulas, el derecho internacional, la ética, disponer de másteres de cooperación internacional sin cuestionarse sobre aquellos que, a unos cuantos cientos de metros, a unas cuantas estaciones de metro, o a algunos kilómetros, constituyen los sujetos de nuestras enseñanzas, las víctimas de los sistemas internacionales que estudiamos aun estando excluidos de nuestros sistemas universitarios por la sola falta de ser víctimas de conflictos, de la pobreza o, mañana, de catástrofes ecológicas?
Nuestro coloquio se ha ocupado de una manera muy práctica de la acogida de estos estudiantes en nuestros campus y también del trabajo que podemos desarrollar en los campos de refugiados.
Esta perspectiva nos conduce a reflexionar en nuestros campus, lugares de vida y de experimentación, concentrándonos especialmente en:
1. Una educación integral en acción que no segmente las actividades universitarias en preparaciones profesionales por una parte, y actividades pastorales por otra, sino que tenga en cuenta la globalidad de la persona a la que debemos acompañar con una gobernanza renovada del conjunto de las actividades propuestas en un campus.
2. El acompañamiento de nuestros estudiantes en el desarrollo de su personalidad: para que sus inquietudes iniciales ante un mundo conmocionado se puedan transformar en voluntad positiva de llegar a ser actores responsables y solidarios con los excluidos, en nuestros mismos campus.
Dado que nuestras universidades tienen una responsabilidad societal, están abiertas y son parte interesada del mundo y de los territorios en los que se encuentran, hemos trabajado también con un espíritu de cooperación y de colaboración, escuchando durante estos días a responsables de ONG, a representantes de poderes públicos. Todos nosotros somos corresponsables de las soluciones que debemos encontrar, de una ética de la acción y de la responsabilidad que debemos promover juntos.
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